14 de mayo de 2010

El silencio

La ausencia de palabras me llevó a un silencio que necesitaba desde hace unos días. No muchos, pero me bastaban para extrañar unos diez minutos de ese silencio que solo la noche puede dar, de calma, de no-sonar, de no-escuchar más que no sean el ruido de las teclas al escribir. Ese silencio que te hace sentir que todo se frena por segundos, que la película se pausa, que las agujas del reloj se detienen y el tiempo no corre. El silencio de cerrar los ojos y no ver nada, el silencio del pensamiento, el silencio de las voces molestas, el silencio de la rutina, el silencio de lo denso. Necesitaba callar todo.

Abro los ojos, dirijo el cursor hacia el reproductor de música y solo puedo escuchar the great gig en the sky de los Floyd., el devenir del silencio más hermoso.
El regreso.




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